La Alianza Progresista está profundamente preocupada debido a los nuevos acontecimientos en Iraq tras la realización del referéndum. Condenamos severamente cualquier violación de derechos de los ciudadanos en el Kurdistán Iraquí. Los autores de crímenes contra los ciudadanos deben rendir cuentas de sus actos.
Exhortamos a todas las partes involucradas a prevenir una escalada de la situación actual para evitar una guerra civil. Es preciso que todas las partes pongan el bien común del país por encima de sus intereses propios y que respeten cabalmente la constitución.
Exigimos que todos los países vecinos se abstengan de cualquier intervención a no ser que sea para fomentar un diálogo con el fin de resolver esta disputa por la vía pacífica.
Hacemos un llamamiento a todos los miembros de la familia política progresista para mostrar su apoyo al pueblo kurdo y en contra de que una disputa política se convierta en un conflicto armado.