Hace 43 años el tirano Somoza Debayle, fue expulsado del poder por la fortaleza y la decisión del pueblo nicaragüense. Una vez más se demostró que ninguna dictadura es eterna y que las ansias de libertad siempre prevalecen por encima de las dictaduras corruptas y criminales, como lo fue la somocista y lo es ahora la orteguista.
Fue el pueblo nicaragüense que, actuando como un solo puño para conquistar la democracia y la libertad, dio al traste con el somocismo. La lucha de varias generaciones, de jóvenes, mujeres, trabajadores, campesinos y empresarios, tuvo su resultado el 17 de julio de 1979.
Hoy estamos ante el poder de una nueva familia corrupta y vendepatria, que reprime, asesina, encarcela, obliga al exilio, nos mantiene en la pobreza, ha aniquilado nuestros derechos y libertades, ha entregado y dilapidado nuestros recursos naturales y propaga la impunidad, la injusticia y la inseguridad.
Así como la dictadura somocista cayó por la voluntad y la decisión de la mayoría del pueblo nicaragüense, el mismo pueblo a través de lucha cívica y la no violencia se hará cargo de pasar a los Ortega y Murillo al basurero de la historia para que de una vez por toda enfrenten la justicia.
Los nicaragüenses vamos a conquistar la liberación de las personas presas políticas. Vamos a conquistar la democracia, las libertades, la justicia y a construir la nueva Nicaragua.
Con la decisión, la fortaleza y la esperanza, que animó a los nicaragüenses hace 43 años, y aprendiendo las lecciones de nuestra historia, saldremos de este régimen.
Nuestro homenaje y reconocimiento ante la memoria de los caídos en la lucha contra el somocismo y la de los asesinados por el FSLN. Ante ellos reiteramos nuestro indeclinable compromiso de continuar nuestra lucha hasta conquistar una Nicaragua en la que nunca más se instale ninguna dictadura de ningún tipo.
Unidad Azul y Blanco