Las necesidades educativas, la forma en la que se financia realmente la educación y los sistemas nacionales varían enormemente en el planeta. Las situaciones van desde una terrible falta de educación elemental entre los pobres, especialmente entre las niñas, hasta la reforma de sistemas educativos constituidos hace mucho tiempo en el mundo “desarrollado” para que los trabajadores, incluidos los trabajadores mayores, puedan responder a los requisitos cambiantes del lugar de trabajo, pasando por el empoderamiento de distintos grupos vulnerables para que puedan participar en la sociedad en general o por el mantenimiento de la I+D dinámica necesaria para el buen rendimiento de las economías “posindustriales”.