La Alianza Progresista se solidariza con el pueblo sirio al abrir un nuevo capítulo de esperanza tras la caída del régimen de Assad. Celebramos que el pueblo sirio haya puesto fin a una dictadura brutal y apoyamos sus aspiraciones de justicia, dignidad y democracia. Respaldamos los esfuerzos de todos los grupos de la sociedad siria, junto con la comunidad internacional, para reconstruir un futuro basado en la libertad y la autodeterminación.
Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas sirias, organizaciones de la sociedad civil y comunidades para que den prioridad a la unidad y la cohesión nacionales. Una transición pacífica debe salvaguardar las instituciones del Estado, impedir las represalias y establecer las bases de un proceso político inclusivo. Este proceso debe garantizar la representación y la participación de todos los grupos étnicos y religiosos para crear un Estado al servicio de todos los sirios. Este proceso debe tratar a las mujeres como socias iguales y debe garantizar la protección de los derechos de las mujeres en la sociedad siria. Apoyamos la formación de un órgano integrador que redacte una nueva Constitución y prepare unas elecciones libres y justas.
Reafirmamos los derechos, la dignidad y la seguridad de las personas desplazadas y refugiadas, e instamos a que continúen los esfuerzos humanitarios para garantizar el acceso a servicios esenciales. Salvaguardar la unidad nacional y construir un Estado justo y pluralista que proteja a todas las comunidades y minorías fomentará la confianza y la estabilidad durante este periodo crítico. La cooperación multilateral, especialmente a través de las Naciones Unidas, será vital para garantizar una transición inclusiva y transformadora.
La Alianza Progresista reafirma con firmeza su apoyo a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Siria. Advertimos contra las acciones desestabilizadoras de actores extranjeros, en particular las incursiones de Israel que violan los Acuerdos de 1974, y las de Turquía en el noreste de Siria atacando a los kurdos, que socavan la estabilidad y la unidad territorial de Siria. El respeto al derecho internacional y al derecho del pueblo sirio a decidir su futuro es esencial para lograr la paz y la estabilidad a largo plazo.
Por último, destacamos el papel central de la justicia transicional para abordar los agravios del pasado, garantizar la rendición de cuentas y fomentar la reconciliación nacional. La justicia y la verdad deben marcar el camino hacia la sanación de las heridas de la guerra, fortalecer los cimientos democráticos y construir un futuro de paz y estabilidad compartidas.
Mientras los sirios lideran su transición, la Alianza Progresista les apoya firmemente en su búsqueda de una Siria libre, inclusiva y democrática.