La Alianza Progresista está profundamente alarmada por la reciente aprobación por el Parlamento nicaragüense de reformas constitucionales que otorgan a los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo un control sin control sobre todos los poderes del Estado, las instituciones independientes y los medios de comunicación. Si estos cambios se promulgan a principios del próximo año, consolidarán la caída de Nicaragua en un régimen autoritario y aislarán aún más al régimen internacionalmente.
Llevamos mucho tiempo condenando el desmantelamiento sistemático de las instituciones democráticas y la violación de los derechos humanos bajo el régimen actual. Apoyamos decididamente a las fuerzas democráticas de Nicaragua, que han soportado inmensas dificultades para resistir a la tiranía. Más de 200 presos políticos fueron exiliados a la fuerza en febrero de 2023, y otros innumerables permanecen detenidos, exiliados o bajo persecución constante. Esta última medida, que manipula la Constitución del país, intensifica la campaña de represión y control del régimen.
La consolidación del poder en el seno de una sola familia no sólo supone una nueva regresión para Nicaragua, sino también una grave amenaza para la estabilidad regional. Las alianzas del régimen actual con gobiernos autoritarios socavan los principios democráticos y las libertades fundamentales defendidos por los movimientos progresistas de toda América.
La Alianza Progresista cierra filas con partidos hermanos de todo el mundo y con la comunidad internacional para reforzar el apoyo al pueblo de Nicaragua en su lucha por restaurar la democracia, el estado de derecho y el respeto a la dignidad humana. Nicaragua no se enfrentará sola a esta lucha.