Los partidos progresistas han estado a la vanguardia de la lucha por la igualdad de y contra la discriminación de género, pero se necesitaban mujeres fuertes que se comprometieran y lideraran la lucha. En muchos partidos de nuestra familia están ahora a la cabeza, pero no podemos quedarnos ahí.
Se han hecho progresos; sin embargo, la diferencia salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad incluso en la parte más rica del mundo. Y las mujeres son cada día víctimas de todo tipo de violencia, en particular en zonas de guerra como Ucrania, Siria, Tigray u otras.
En Irán, mujeres valientes lideraron la protesta contra el régimen de los mulás y siguen movilizándose por sus derechos. En tiempos de retroceso social en demasiados países y en todo el mundo se siguen negando los derechos reproductivos, no sólo en regímenes dictatoriales, autoritarios o antiliberales.
La igualdad de derechos y de trato es algo más que el derecho al voto por el que las mujeres empezaron a luchar a principios del siglo pasado. La igualdad de género debe estar en la agenda progresista más de un día al año.