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¿Por qué Ucrania merece más? Siete argumentos clave. Por Bohdan Ferens

Bohdan Ferens
Fundador, Plataforma SD de Ucrania / sdplatform.org.ua
ferensb@gmail.com

Cuando hay una guerra en tu país, cualquier noticia positiva te da la oportunidad de llenarte de esperanza por la victoria y un futuro mejor. Una de esas noticias fue el reciente dictamen de la Comisión Europea sobre la necesidad de conceder a Ucrania el estatus de candidato a la adhesión a la UE. Hay que recordar que dicha solicitud de adhesión, firmada por el Presidente, el Portavoz y el Primer Ministro de Ucrania, se presentó en los primeros días de la guerra. Ya en los próximos días está prevista una reunión de la Cumbre de la UE, en la que se debatirá la cuestión de la concesión a Ucrania de dicho
estatus. La visita del canciller alemán Olaf Scholz, del presidente francés Emmanuel Macron y del primer ministro Mario Draghi a Kiev en vísperas de la Cumbre fue una buena señal para que todos los Estados miembros de la UE apoyen a Ucrania en su camino hacia la UE.

Aunque parece que Ucrania está consiguiendo el estatus de candidato, todavía hay mucho escepticismo en las capitales europeas sobre sus perspectivas futuras de adhesión a la Unión Europea. A este respecto, hay que señalar que una actitud bastante comedida ante esta cuestión es inherente no sólo a una parte de los conservadores, sino también a la segunda fuerza política más influyente de la UE, y en muchos países incluso a la primera: los socialdemócratas. Y este enfoque no se corresponde del todo con la base ideológica de valores, que debería estar siempre orientada a la solidaridad y la
apertura en el contexto de los procesos de integración, incluso fuera de los tiempos de guerra.

De hecho, Ucrania aún tiene mucho que hacer en cuanto a la lucha contra la corrupción, el establecimiento del Estado de Derecho y la reforma de las políticas sociales y económicas. Pero, a pesar de ello, la situación tras la invasión a gran escala de Rusia ha cambiado drásticamente. No reconocer el hecho de que Ucrania merece más de la UE puede parecer bastante imprudente. Sobre todo si se quiere entender esto y tener en cuenta los argumentos que se exponen a continuación.

1. Cada día mueren en el frente jóvenes estudiantes, padres ancianos y mujeres voluntarias. La línea de noticias que muestra el número de escuelas y hospitales destruidos por los misiles rusos ya no es tan aterradora como al principio de la guerra. Por desgracia, la gente empieza a acostumbrarse a estas terribles estadísticas. Cientos de civiles están muriendo bajo los escombros de las casas bombardeadas. Hicieron planes completamente diferentes para la vida después del Año Nuevo 2022, en el que definitivamente no había lugar para la guerra y la muerte. Esta es una nueva realidad en la que viven los ucranianos. El precio de la libertad y el deseo de formar parte de la Comunidad Europea es demasiado alto. Se mide por las decenas de miles de civiles muertos, entre ellos más de trescientos niños asesinados por las tropas rusas, las ciudades y las infraestructuras destruidas. Durante más de cuatro meses, las Fuerzas Armadas de Ucrania y el pueblo ucraniano han estado resistiendo nuevos ataques de los ocupantes rusos en varias direcciones.

2. La muy débil reacción de Occidente ante la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia y las acciones militares en el Donbass permitieron a Putin y su séquito llevar a cabo la invasión más injustificada y brutal desde la Segunda Guerra Mundial. Este ataque estaba impregnado de ideas claramente imperialistas con el fin de restaurar la llamada “;esfera de influencia” en el espacio postsoviético, amenazando así indirectamente no sólo a los países asociados de Europa del Este, sino a todo el mundo occidental. La agresión también conlleva un elemento sistémico. La Rusia de Putin promueve un modelo de Estado autocrático, utilizando el rusismo como revestimiento ideológico del
expansionismo militar y el culto nacional, en contraste con el orden democrático al que aspiraban países como Ucrania.

3. Todavía no se cumplen los requisitos para el fin de la guerra, por lo que es necesario estar preparado para una confrontación prolongada y apoyar a Ucrania en su lucha. Este apoyo contempla principalmente el suministro de armas, la ayuda financiera y humanitaria. La posición de la izquierda progresista a este respecto debe ser muy clara: máximo apoyo al pueblo ucraniano, ya que las bombas y las tropas rusas no pueden detenerse sólo con la ayuda del pacifismo. La diplomacia ha fracasado. Esto, desgraciadamente, debe constatarse como un hecho. Pero toda guerra termina tarde o temprano con una tregua. Los esfuerzos diplomáticos por sí solos no son suficientes para
lograr este objetivo. Putin sólo entiende el lenguaje de la fuerza, y del éxito del ejército ucraniano en el frente dependerá no sólo el futuro de Ucrania, sino también un nuevo sistema de seguridad europeo, y quizás mundial.

4. La reconstrucción de Ucrania debe comenzar ya. No es necesario esperar al final de la guerra para renovar las infraestructuras y reconstruir las ciudades bombardeadas. Decenas de miles de personas necesitan un techo sobre sus cabezas, y los niños de muchos pueblos y ciudades que estuvieron bajo ocupación temporal sueñan con empezar el nuevo curso escolar en escuelas renovadas. Todas estas tareas no pueden llevarse a cabo sin la ayuda de los socios occidentales, incluido el Reino Unido, a corto y largo plazo. La reconstrucción de la Ucrania de posguerra requerirá muchos recursos financieros y humanos. Tenemos que ser realistas y comprender que no todos los socios occidentales estarán dispuestos a proporcionar esos recursos. Los problemas internos, las repercusiones de la pandemia, la recesión y cierto cansancio por la guerra rusa contra Ucrania pueden impedir que se preste esa ayuda. En este sentido, los políticos, los responsables de la toma de decisiones y los ciudadanos desempeñan un papel fundamental, ya que el nivel de apoyo dependerá de su implicación y empatía con Ucrania.

5. También es necesario tomar medidas más radicales que permitan a Ucrania superar la crisis financiera y económica. Un paso de este tipo podría ser la cancelación de la deuda soberana, o al menos de una parte de esta deuda, ya que el sistema financiero no era especialmente capaz de cubrir las deudas externas con préstamos en el periodo anterior a la guerra, y qué decir cuandohay una guerra.

La ayuda monetaria proporcionada debe tener una aplicación específica y un sistema de distribución de control transparente. En primer lugar, los resultados del uso de esta ayuda deben ser vistos por la gente de a pie en la construcción de edificios residenciales, puentes, la reparación de la infraestructura social, la provisión de necesidades básicas y las garantías sociales. Deben crearse nuevos puestos de trabajo para que las personas que hoy ya están en paro puedan alimentarse y alimentar a sus familias. Otro problema grave es la disminución del nivel de transferencias financieras de los emigrantes laborales (muchos hombres se fueron al frente o no pueden salir del país para trabajar), que tradicionalmente ayudaban a sostener la economía.

6. Es imposible resolver todos estos problemas sin una profunda reestructuración de la propia Ucrania. Las élites políticas deberían deshacerse de los políticos del pasado y de los oligarcas en la medida de lo posible, y la sociedad ucraniana, que ha pasado por pruebas tan difíciles, debería ser más exigente consigo misma y con los elegidos para defender sus intereses. Debe haber partidos en el parlamento que no sólo refuercen el sector de la defensa y aumenten el poder militar, sino que también den prioridad a la educación y a la esfera social, protejan los derechos laborales y luchen contra la vulneración de los grupos marginados. En tiempos de guerra, los más vulnerables siempre sufren. La principal tarea de la izquierda progresista no es vivir de las consignas del pasado, sino intentar actuar ahora, a pesar de las dificultades. Los sindicatos también deben modernizarse en Ucrania. Sólo los nuevos líderes y los nuevos enfoques pueden llenar el movimiento sindical con una nueva vitalidad para proteger mejor los derechos de los trabajadores en la posguerra.

7. La solidaridad en estos tiempos difíciles está llena de un significado muy práctico. La participación de los representantes de los partidos socialdemócratas europeos en el apoyo a Ucrania permitirá no sólo integrar nuestras sociedades, sino también reforzar la oposición a la Rusia de Putin.
Este apoyo puede incluir acciones muy reales, como visitas a Ucrania, apoyo a las iniciativas legislativas destinadas a ayudar al pueblo ucraniano, aumento de las sanciones contra Rusia, incluidos los oligarcas rusos, los políticos y sus familias que poseen costosos bienes inmuebles y activos en las capitales europeas, investigaciones que conectan a los grupos financieros e industriales rusos con la clase política europea.

El Parlamento Europeo ha subrayado en repetidas ocasiones que Ucrania, como Estado europeo, tiene una perspectiva europea y puede solicitar su adhesión a la Unión Europea. El 1 de marzo, el Parlamento Europeo, que representa la voluntad de casi 500 millones de ciudadanos europeos, pidió a las instituciones de la UE que trabajaran para que Ucrania obtuviera el estatus de candidato a la UE y siguiera trabajando para nuestra integración en el mercado único de la UE.

La Comisión Europea también emitió un dictamen positivo sobre el estatus de candidato. La última palabra la tiene la Cumbre de la UE, en la que se espera que todos los líderes de los Estados miembros de la UE muestren su clarividencia política sobre el futuro destino del continente europeo.

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