Prensa

Denpasar

Discurso de Ibu Megawati, Seminario de Denpasar

Assalamualaikum Warahmatullahi Wabarakatuh

Saludos de paz a todos

Salom

Namo Buddhaya

Om Swastiastu

Es un enorme placer y alegría estar aquí y dirigirme a ustedes los delegados de los miembros de la Alianza Progresista y los delegados de partidos políticos, así como de partidos y organizaciones laboristas. Bienvenidos a la Isla de los Dioses. Este momento me hace recordar un acontecimiento histórico que se realizó a iniciativa de Indonesia y al cual también acudieron varios países asiáticos y africanos – la Conferencia de Bandung. El espíritu y alma de la conferencia se convirtió en un hito para la fundación de países en regiones de Asia, África y Latinoamérica. Dasa Sila Bandung fue el inicio del nacimiento de movimientos de naciones que habían estado bajo las garras del colonialismo e imperialismo y que entonces decidieron mantener relaciones mutuas con el propósito de luchar por su libertad e independencia. Para mí, se trata de uno de los ejemplos más importantes en la historia de la humanidad que mostró cómo la conciencia colectiva y también la solidaridad sobrepasaron las fronteras de los países, convirtiéndose en una fuerza positiva en aras de la independencia. Este espíritu continuó en la primera Cumbre de los Países No Alineados en Belgrado en 1961. Yo estuve allí como el delegado más joven teniendo en aquel entonces 14 años.

Lo que me quedó en la memoria e incluso se convirtió en una aspiración y un sueño que no podía borrar ya de mi mente y alma es la creación de una fuerte hermandad entre los países, un vínculo emocional entre las naciones que finalmente nos llevó a la cooperación entre estos países. Sin duda fue algo extraordinario que en un tiempo, cuando el mundo estaba políticamente dividido en los dos grandes bloques de Este y Oeste, surgiera una nueva esperanza llevada adelante por un grupo de líderes de países muy jóvenes.

Ellos dijeron de forma clara e inequívoca que «somos los no alineados, no apoyamos a ningún bloque». Este movimiento estaba basado en el espíritu de acabar con la práctica de la «explotación del hombre por el hombre y la explotación de la nación por la nación».

Señoras y señores,

Los tiempos ciertamente han cambiado, pero el colonialismo y el imperialismo aún están muy vivos. El liberalismo y el capitalismo se van infiltrando en áreas como la financiación internacional, la información y la tecnología, el medio ambiente y a menudo con el pretexto de la ley internacional. Esta situación conduce a crímenes financieros y bancarios, el narcotráfico e incluso la trata de personas. (También nos enfrentamos a cambios inevitables en la naturaleza como el calentamiento global).

En mi opinión los partidos políticos deben prestar seria atención a este tipo de problemas. La soberanía económica de los países también se enfrenta a graves desafíos como consecuencia de crímenes financieros perpetrados mediante la determinación estratégica de precios de transferencia, delitos bancarios convertidos en actividades legales de forma sistemática para permitir la malversación de fondos, la evasión de impuestos y el lavado de dinero.

Este es el momento apropiado para mostrar que partidos políticos tienen la capacidad de crear diferentes leyes y reglamentos que son válidos para aplicarlos tanto en un país como en un acuerdo bilateral o multilateral parar acabar con la mala práctica del «secreto bancario». Tengo plena confianza en que podremos trabajar juntos en la lucha contra la malversación de fondos y la evasión de impuestos que son dos de las muchas causas de la pauperización del pueblo.

Estoy profundamente convencido que si empezamos a trabajar seriamente juntos hoy obtendremos todos un «tipo impositivo completo» en los próximos años. Nuestro primer paso concreto hacia este objetivo es a través de la Alianza Progresista, cooperando y luchando para ahorrar el dinero de nuestros pueblos, devolviéndolo a la tesorería nacional y empleándolo luego como capital de desarrollo en un marco de independencia económica y soberanía política de cada uno de nuestros países.

Otro tema importante está relacionado con los alimentos que son un aspecto clave en la vida de la gente. Hasta hoy y en los años que vienen no he dejado ni dejaré de luchar por la soberanía alimentaria, no sólo para el pueblo de Indonesia sino también para los pueblos de otros países. No estoy en contra de la importación, pero estoy seguro que todos coincidimos en que queremos evitar que los alimentos se utilicen para dominar a otras naciones, con el único fin de ganar réditos que solamente redundarán en beneficio de ciertos actores. Satisfacer la demanda de alimentos es un principio básico. No tenemos el derecho de arruinar la soberanía alimentaria de otro país al convertirlo en el mercado de nuestros propios productos. Si ustedes desean que sus ciudadanos tengan suficientes alimentos de buena calidad y al mismo tiempo quieren fortalecer la agricultura y la industria alimentaria en su país, entonces tenemos el mismo deseo: Yo comparto este sueño y esta misma lucha. Esto es lo que siempre explico al gobierno: el libre mercado no significa una protección cero de nuestros propios productos agrícolas. Un mercado justo y equilibrado es el objetivo de nuestra lucha, sobre todo en el sector de los alimentos.

Señoras y señores,

Tenemos que creer que el partido es un instrumento para la liberación y una herramienta de nuestra lucha. Mi opinión es que el partido y la organización tienen el deber de educar a la gente para que puedan expresar su opinión y de incluirlos de forma legal y activa en el desarrollo político y económico de un país. El partido es una herramienta en la lucha de los ciudadanos por sus derechos básicos a vestimenta, alimentos, vivienda, salud, educación, empleo y seguridad social. Además sirve de instrumento para garantizar la libertad de culto desarrollada en un ámbito de mutuo respeto. Este esfuerzo no debe estar separado de la ambición de desarrollar la cultura como parte de la identidad de una nación. Estos objetivos forman parte de Pancasila, los principios fundamentales que sirvieron de base para la constitución del Estado de Indonesia.

Señoras y señores,

Tengo la sincera esperanza de que un acontecimiento como este no se convierta en una agenda rutinaria sin el espíritu de un vínculo emocional, un espíritu que puede hacer del partido político un puente, pero también un pilar para la paz mundial y para la materialización de la justicia social y la prosperidad en cada rincón del mundo. Vayamos a ponernos de acuerdo para definir y entender los problemas globales, y para formular estrategias y pasos con el fin de resolver estos problemas. Pienso que si somos capaces de resolver un problema encontraremos formas para resolver todos los problemas. Pero hay algo que debemos acordar de antemano y que no deberá cambiar nunca: Que para solventar los problemas globales no emplearemos violencia ni amenazas mediante el empleo o abuso de poder. Se empleamos esos medios, sin duda vamos a fracasar o, lo que es peor, causaremos problemas globales aún mayores. Por eso hace falte que volvamos a aplicar nuestras leyes y acuerdos internacionales para asegurar que la solución de todos los problemas globales esté basada en la justicia de las leyes y los acuerdos internacionales.

Finalmente quiero instar a todos los aquí presentes a no dejar que las cosas terminen con recomendaciones escritas, a no ir de un seminario a otro o una conferencia a otra.

Es evidente que en la actualidad todos los grandes problemas en el mundo están interconectados. En el ámbito de la globalización y del mercado libre el mundo no parece tener muros de división. Sin embargo, tenemos la misma obligación de hacer «lo mejor por nuestro pueblo y nación sin oprimir a otros pueblos y naciones». Cada país tiene el deber de luchar por la humanidad, la justicia social y la paz mundial. Pero de la misma manera cada país tiene el derecho a proteger su pueblo y nación. El último punto de Pancasila es la «justicia social para todo el pueblo de Indonesia». Para aplicarlo a nivel global, este principio quizás debería ser parte de la justicia social internacional.

A través de la Alianza Progresista les invito a todos a unirse y a seguir adelante continuamente en la lucha y el verdadero movimiento colectivo de naciones, mediante la cooperación de partidos políticos y organizaciones de masas. Vayamos a consolidar y unir la fuerza progresista del mundo en el espíritu de gotong royong/cooperación mutua para hacer realidad nuestro sueño de «construir un mundo nuevo: unidad en la diversidad con solidaridad y justicia social».

Wassalamualaikum, wr, wb

Om shanti shanti shanti om

 

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