La Alianza Progresista apoya a todas las fuerzas democráticas en Brasil que se oponen a ideologías antipolíticas y antidemocráticas, y espera que se encuentre una salida a la crisis mediante un proceso de diálogo. La oposición en Brasil debe volver a respetar los principios democráticos básicos. Esto significa aceptar los resultados de las elecciones y luchar por el cambio político en las urnas electorales.
El domingo, 17 de abril de 2016, la Cámara de Diputados brasileña decidió iniciar un procedimiento de destitución del cargo contra la presidenta del Estado en funciones, Dilma Rousseff.
La Alianza Progresista observa los desarrollos en Brasil con creciente preocupación. Los graves casos de corrupción del consorcio petrolero paraestatal Petrobras han sacudido la confianza de la población en el sistema político y los partidos. El Partido de los Trabajadores (PT) y sus dirigentes se ven expuestos a una campaña de difamación realizada por gran parte de los medios brasileños con el fin de dañar la credibilidad y el prestigio del Partido de la presidenta en funciones Dilma Rousseff y su antecesor.
Es la tarea de la justicia en una comunidad democrática asegurar que el esclarecimiento de la corrupción no se convierta en un revanchismo político.
Con el procedimiento de destitución del cargo la oposición abusa de un instrumento democrático importante de la constitución para destituir a una presidenta democráticamente legitimada. El abuso del procedimiento de destitución del cargo constituye un precedente peligroso para la democracia brasileña, permitiendo que las encuestas de opinión y las marchas de protesta pesen más que los principios constitucionales y las elecciones democráticas.
24 abril 2016.