RESUMEN DE LA SITUACION DE LA EDUCACION EN GUINEA ECUATORIAL
Desde los primeros años de su independencia, hace 46 años, la educación, nunca ha sido una prioridad para los dos presidentes que ha conocido el país. Todo lo contrario, la educación siempre ha sido considerada como un peligro para las personas que ostentan el poder.
Desde el primer presidente, Macías Nguema (1968-1979), se condenaba públicamente la intelectualidad en todos los actos públicos. La gran mayoría de personas formadas, enseñantes, profesores, conocieron la cárcel, la muerte o el exilio.
Con el actual presidente, Obiang Nguema (35 años de poder), aunque de manera mucho más insidiosa, sigue ocurriendo prácticamente lo mismo: apenas se oculta el desinterés por la educación, ni la necesidad de controlar y domesticar a las personas formadas, verdadero peligro para su poder omnímodo. El culto al Presidente y su familia constituye el criterio fundamental para la promoción política, e incluso social y profesional.
Numerosos son los argumentos que atestan el desinterés de los dirigentes de Guinea Ecuatorial por la Educación. Por ejemplo:
En sus 35 años de poder totalitario, el régimen actual no ha construido un solo centro público de enseñanza secundaria en las dos principales ciudades (Malabo y Bata), contra una decena de cuarteles militares en cada una de ellas. Dichos cuarteles se encuentran así repletos de jóvenes, muchas veces volcados a la delincuencia, al alcoholismo y a las drogadicciones, jóvenes a los que, por perversos intereses políticos, se ha negado la educación.
La Universidad nacional, y casi todos los centros públicos de enseñanza, carecen de la necesaria financiación, de material, equipamiento y recursos humanos adecuados.
Oficialmente no hay en el país un programa de becas de estudios para los jóvenes que terminan la enseñanza secundaria. Muchos de ellos vagabundean por el país.
Las becas de estudios a universidades extranjeras ofrecidas por los socios bilaterales son manejadas por la Oficina del Partido en el poder, y no por el ministerio de Educación. Los hijos de opositores y personas pobres difícilmente acceden a ellas.
Por otra parte, a pesar de los importantes ingresos del país procedentes de la explotación del petróleo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Guinea Ecuatorial en 2014 (0,556), indicador que valora la situación de la salud, la educación y el nivel de vida (PIB per cápita) del país, se sitúa en el nivel “medio” (puesto 144 de 187), mientras que el IDH de los países similares de Oriente Medio con perfil económico comparable (Kuwait 0,814; Emiratos árabes 0,827; Catar 0,851) se sitúa en la categoría de “muy alto”, al igual que Noruega o Suiza. Se puede concluir lógicamente que, mientras el país experimenta una rápida ascensión en términos de renta per cápita (PIB), la fuerte degradación en el IDH se explica por las escasas inversiones en los otros dos pilares del índice: sanidad y educación.
Todos estos parámetros indican, como lo demuestra el gráfico adjunto sobre estudio de los presupuestos del Estado de Guinea Ecuatorial, que el gasto social y, por ende, el bienestar de la población, nunca han sido prioridad para los regímenes que dirigen el país.
Por todas estas razones, para alcanzar la “igualdad de oportunidades para todos/as en términos de Trabajo Decente y Educación”, es importante que los Gobiernos Progresistas, y todos los Gobiernos Democráticos, tengan como prioridad en sus agendas, la lucha por la erradicación de las dictaduras en el mundo y el favorecimiento de regímenes democráticos.
Lisboa, 5 de diciembre de 2014
LA COMISION EJECUTIVA NACIONAL