El movimiento progresista, democrático, social-demócrata, socialista y laborista está basado en un compromiso común por los derechos humanos y la búsqueda conjunta de libertad, justicia, igualdad social, incluida la igualdad de género, sostenibilidad y solidaridad internacional.
La situación actual está marcada por cambios rápidos y transformaciones profundas en el desarrollo histórico, económico y político. Muchos países a nuestro alrededor están luchando contra enormes problemas económicos, mientras que en otras regiones del mundo la población disfruta de mejores perspectivas de futuro que nunca. Con la globalización la cuestión social se vuelve a plantear de una forma nueva ya que la desigualdad dentro de la sociedad y entre países ricos y pobres del mundo ha aumentado. Esta nueva cuestión social deberá ser resuelta para permitir una participación justa, prevenir conflictos de distribución y asegurar el equilibrio ecológico de nuestro medio ambiente.
Hoy, en el siglo XXI globalizado, la humanidad solamente podrá resolver sus desafíos existenciales actuando conjuntamente. Crear puestos de trabajo justos y asegurar un pago igual de mujeres y hombres, combatir el desempleo, limitar el cambio climático, someter los mercados desatados nuevamente a regulaciones razonables, contrarrestar la creciente desigualdad en las sociedades, asegurar la paz y los derechos humanos como bienes públicos globales, terminar la proliferación de armas de destrucción masiva y finalmente superar el hambre y la miseria son desafíos que únicamente podrán ser gestionados conjuntamente y no luchando unos contra otros. Al mismo tiempo son desafíos de un nuevo orden del mundo por el cual las fuerzas progresistas tienen que luchar en todo el mundo.
Queremos contribuir al establecimiento de un orden mundial de cooperación que permita solucionar problemas y configurar el futuro conjuntamente.
Junto con movimientos sociales y obreros y los grupos de la sociedad civil queremos configurar el futuro con el objetivo de promover la paz, la justicia, la igualdad, incluida la igualdad de género, y la sostenibilidad a nivel global.
Hemos visto cómo las políticas de injusticia y desigualdad dividieron nuestras sociedades y socavaron la cohesión social y la solidaridad. El
neoliberalismo ha fracasado completamente.
Este es el momento para establecer un sistema económico y político progresista a nivel global que ponga al ser humano nuevamente en el centro. Necesitamos una respuesta progresista que dé esperanza en vez de provocar miedo, que permita que mujeres y hombres tengan igualdad de oportunidades y se involucren en la sociedad en lugar de ser excluidos, fomentando la cooperación y no el enfrentamiento.
Como partidos progresistas queremos convertir el siglo XXI en un siglo de progreso democrático, social y ecológico. Para alcanzar esta meta tenemos que entender las necesidades de nuestros prójimos y desarrollar enfoques políticos modernos para poder satisfacer estas necesidades. Para ello tenemos que reforzar nuestros partidos, nuestras organizaciones y nuestras campañas.
Por lo tanto, los partidos progresistas queremos mejorar nuestra cooperación y fundamos una Alianza Progresista de partidos políticos que está abierta para la cooperación con otras fuerzas sociales progresistas, sindicatos, fundaciones, grupos de expertos y organizaciones no gubernamentales.
La Alianza Progresista es una red que está abierta a partidos progresistas, democráticos, social-demócratas, socialistas y laboristas, así como redes de partidos. La Alianza Progresista es financiada a través de contribuciones voluntarias. Los valores de la democracia, la igualdad de género, la justicia y la solidaridad que promovemos son los principios fundamentales para el trabajo interno de la Alianza Progresista.
La Alianza Progresista trabaja de forma paralela y complementaria a otras asociaciones a nivel internacional, utilizando las redes y los foros ya existentes y los que se están desarrollando como nuevos.
La Alianza Progresista es la plataforma para formular respuestas progresistas conjuntas a desafíos políticos globales, como, por ejemplo, reforzar la dimensión social de la globalización y un progreso sostenible, combatir el cambio climático, fortalecer los derechos humanos, incluidos los derechos de mujer, y la democracia, así como la paz y la seguridad.
Como partidos progresistas queremos convertir el siglo XXI en un siglo del progreso democrático, social y ecológico. Para alcanzar esta meta tenemos que entender las necesidades de nuestros seres prójimos y elaborar enfoques políticos para satisfacer estas necesidades. Para que esto ocurra tenemos que fortalecer nuestros partidos, nuestras organizaciones y nuestras campañas.
A través de la Alianza Progresista necesitamos realizar específicamente los siguientes pasos: