Como partidos progresistas en todo el mundo, tanto en el gobierno como en la oposición, condenamos la reciente detención en Malasia del jefe del gobierno de Penang y Secretario General del Partido de Acción Democrática, Lim Guan Eng.

Esta detención agrava aún más la escalada de represión contra la libertad de la oposición en el país, como lo muestran los arrestos y detenciones de políticos, activistas y juristas clave de la oposición. El caso de Lim Guan Eng y las numerosas acciones judiciales contra la oposición causan creciente preocupación con respecto a la independencia del poder judicial, el Estado de derecho y el estado de los derechos humanos en Malasia.

Creemos firmemente en el Estado de derecho y la persecución de cualquier infracción o abuso de poder. Sin embargo, esto debe realizarse de forma justa y transparente. La persecución selectiva y políticamente motivada de miembros de la oposición tiene un grave impacto negativo en la confianza que el pueblo tiene en el sistema político y social en Malasia.

El gobierno de Malasia debe reconocer la importancia de la confianza en su sistema judicial y debe restaurar la confianza en su compromiso con los derechos humanos, especialmente dado su papel como miembro del Consejo de Seguridad de NN.UU. y miembro de la Comisión Intergubernamental de Derechos Humanos de la ASEAN.

Manifestamos nuestra plena solidaridad con el Partido de Acción Democrática, el movimiento de oposición democrático malayo, la familia y los amigos del Sr. Lim Guan Eng, así como con el pueblo de Malasia. Nunca nos hemos quedado ni nos quedaremos inactivos ante la injusticia y la violación de los derechos humanos.

Trabajaremos más estrechamente con nuestro socio de la alianza malayo, el Partido de Acción Democrática, en aras de la verdad e igualdad de justicia para todos. Estamos unidos en la defensa de los principios de justicia social y los derechos humanos, así como en la lucha por una Malasia más democrática y más progresista.