Asamblea constituyente de Túnez
Cuatro Preguntas para Ettakatol

1) ¿Cuáles son los temas clave y las grandes citas políticas del próximo año?

Mustapha Ben Jaafar, Secretario general de Ettakato y Presidente de la Asamblea constituyente de Túnez: A pesar de la histórica y exitosa votación de la nueva constitución, Túnez está enfrentándose a abrumadores retos durante la transición. Deberán celebrarse tanto elecciones presidenciales como parlamentarias antes de que acabe el año 2014. Mientras tanto, es necesario revitalizar la economía, a fin de reducir el desempleo, y las disparidades regionales precisan un enorme esfuerzo por parte de la comunidad nacional, para que disminuyan las diferencias económicas y sociales entre los centros urbanos y las áreas rurales, sin olvidar los problemas de la seguridad, que se han acuciado debido a la frágil situación de la región. En general, Túnez aún tiene que reconciliar las reivindicaciones a corto plazo, que son urgentes, con las reformas a largo plazo que permitirán revisar su modelo de desarrollo.

 

2) Ettakatol es uno de los representantes políticos de centro izquierda. ¿Cómo se produce la interacción con las bases del partido para generar apoyos?

Mustapha Ben Jaafar: Nuestro compromiso con la justicia social y los principios democráticos constituyen la base de nuestra plataforma como partido de centro-izquierda, fundado en 1994 bajo la dictadura. Cuando empezó la dictadura, nuestro legado y los ideales que siempre hemos defendido nos ayudaron a atraer a miles de militantes que comparten estas legítimas reivindicaciones de democracia, igualdad y un gobierno receptivo. Estos temas siguen atrayendo a un amplio espectro del electorado, al que no le interesan las batallas políticas ni la polarización en torno a la religión o cuestiones de identidad.

El proceso constitucional iniciado tras las elecciones de 2011 ha demostrado una excepcional capacidad de conseguir acuerdos entre las fuerzas políticas, a pesar de las múltiples crisis por las que ha pasado Túnez, llegando incluso a costarles la vida a dos líderes políticos. Ettakatol favoreció el consenso partiendo desde cero. Esta opción estratégica fue malinterpretada cuando decidimos formar un gobierno de coalición con Ennahdha y el Congreso por la República. Ahora ha quedado claro que esta opción no solo se adaptaba al tejido social tunecino, sino que además obtuvo resultados positivos mediante el diálogo nacional y la exitosa votación de la Constitución. Por lo tanto, nuestra credibilidad y nuestro potencial para atraer a más militantes se basan en nuestra manera de entender el poder, que debería ser conciliatorio e inclusivo en estos tiempos de transición. En términos organizativos, nuestro partido está conectado con las bases a través de un diálogo permanente y estructural entre la dirección y sus representantes regionales, con sede en las distintas partes del territorio.

 

3) ¿Quiénes son vuestros principales aliados en los movimientos políticos, sindicales o sociales?

Mustapha Ben Jaafar: Nuestra inclinación natural nos lleva a construir alianzas fuertes y duraderas con partidos y movimientos políticos que pertenecen también al centro izquierda, y que comparten los mismos ideales y estilo de gobierno que nosotros. Hemos conseguido mantener una sólida y privilegiada relación con la organización sindical más importante –la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT). También fomentamos un diálogo permanente con representantes de la sociedad civil, especialmente el Colegio Nacional de Abogados de Túnez y la Liga Tunecina por la Defensa de los Derechos Humanos, de la que el Dr. Mustapha Ben Jaafar fue vicepresidente (1984 – 1994).

 

4) ¿Cuál cree que es la situación de otros movimientos democráticos y socialdemócratas, de izquierdas y laicos del mundo árabe?

Mustapha Ben Jaafar: Las revoluciones árabes que han barrido la región han traído una nueva era, lo que ha demostrado el fracaso y el colapso del modelo de Estado laico autoritario. Los movimientos progresistas, socialdemócratas y laicos de todo el mundo árabe tienen que adaptarse a esta nueva era, teniendo en cuenta las especificidades de sus sociedades y la necesidad de construir el Estado conforme a valores universales. Por un lado, la religión sigue siendo una importante fuente de inspiración para las personas en el mundo árabe y musulmán. Por otra parte, el nuevo Estado árabe debe reafirmar su naturaleza civil para poder garantizar el total respeto de los derechos fundamentales y las libertades individuales. Es nuestra responsabilidad como fuerzas políticas laicas y de centro izquierda conseguir una agenda social y económica progresista, a la vez que se construye un Estado civil en el que las distintas opiniones, incluidas las de origen religioso, puedan coexistir.

Lamentamos que algunos de los movimientos de centro izquierda del mundo árabe sigan favoreciendo el laicismo en detrimento de los principios democráticos debido a un enfoque elitista y dogmático de la política y la religión. La revolución tunecina ofreció a los partidos laicos y de centro izquierda una oportunidad histórica para conectar con la población. Es importante construir organizaciones de base que permitan reflejar las aspiraciones de las mujeres, los jóvenes y las regiones, a fin de poder crear una base electoral progresista y duradera.